☕️ capitulo 6: La rebelión

Después de la proclamación de Nemequene como el próximo zipa, se celebró una gran fiesta en honor al sol y al nuevo líder. Los chibchas bailaron, cantaron, bebieron y comieron, mostrando su alegría y su gratitud. Nemequene fue el centro de atención, y recibió elogios y regalos de todos los presentes. Se mostró agradecido y humilde, y compartió su felicidad con su familia, sus amigos y su amada Guecha.

Pero no todos estaban contentos con el resultado de la ceremonia. Sagipa y Michuá se retiraron discretamente de la fiesta, y se reunieron en un lugar apartado. Allí se encontraron con otros caciques chibchas, que también estaban descontentos con Nemequene. Entre ellos estaban el zaque Quemuenchatocha, el cacique Sugamuxi y el cacique tundama . Estos eran los enemigos del zipa Saguamanchica, y por lo tanto, los enemigos de Nemequene.

- Bienvenidos, amigos -les dijo Sagipa-. Gracias por venir a esta reunión.

- Gracias a ti, Sagipa -le dijo Quemuenchatocha-. Sabemos que eres un hombre valiente y leal.

- Gracias a ti, Sagipa -le dijo Sugamuxi-. Sabemos que eres un hombre sabio y piadoso.

- Gracias a ti, Sagipa -le dijo Tundama-. Sabemos que eres un hombre justo y generoso.

Sagipa sonrió con satisfacción. Él había logrado ganarse la confianza y el apoyo de estos caciques, que eran los más poderosos e influyentes de los chibchas. Él les había prometido que si lo ayudaban a derrocar a Nemequene, les daría parte de su territorio y de su riqueza. Él les había convencido de que Nemequene era un usurpador y un tirano, que pondría en peligro la paz y la prosperidad de los chibchas.

- Amigos -les dijo Sagipa-. Estamos aquí por una razón: para impedir que Nemequene sea el zipa.

- Así es -dijeron los demás caciques.

- Nemequene no merece ser el zipa -continuó Sagipa-. Él no es el elegido por el sol, ni por el zipa Saguamanchica. Él es el elegido por el iraca Gamuxi, que lo ha manipulado con sus mentiras y sus trucos.

- Así es -dijeron los demás caciques.

- Nemequene no es un buen líder para los chibchas -siguió Sagipa-. Él es un débil y un cobarde, que no sabe gobernar ni guerrear. Él es un traidor y un hereje, que se ha aliado con una bruja de la luna, que le ha hechizado con su magia negra.

- Así es -dijeron los demás caciques.

- Nemequene no debe ser el zipa -terminó Sagipa-. Él debe ser eliminado. Y yo soy el único que puede hacerlo. Yo soy el verdadero heredero del zipa Tisquesusa. Yo soy el verdadero elegido por el sol. Yo soy el verdadero zipa.

- Así es -dijeron los demás caciques.

Sagipa levantó su macana al aire, y la agitó con fuerza.

- ¡Abajo Nemequene! ¡Viva Sagipa! -gritó Sagipa.

- ¡Abajo Nemequene! ¡Viva Sagipa! -gritaron los demás caciques.

Y así, comenzó la rebelión.


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