📜 Bochica y Chía: el origen de la luna y el cañón del Chicamocha

Hace mucho tiempo, cuando los chibchas vivían en paz y armonía bajo la guía de Bochica, el dios de la sabiduría, ocurrió un hecho que cambió el destino de su pueblo. Bochica tenía una esposa llamada Chía, que era la diosa de la noche y la luna. Chía era muy hermosa, pero también muy caprichosa y celosa. Ella no soportaba que Bochica se dedicara a enseñar a los chibchas las leyes y las artes, y que no le prestara atención a ella. Por eso, un día decidió vengarse de su esposo y de los chibchas, y causarles una gran desgracia.

Chía lloró tanto y tanto, que sus lágrimas se convirtieron en un río que inundó la tierra. Los chibchas se vieron sorprendidos por la crecida del agua, que arrasó con sus cultivos, sus casas y sus animales. Muchos murieron ahogados o por el frío, y los pocos que sobrevivieron tuvieron que huir a las montañas más altas. Allí, clamaron a Bochica que los ayudara y los salvara de la furia de Chía.

Bochica escuchó el lamento de su pueblo, y se llenó de ira contra su esposa. Bajó del cielo con su vara de oro, y golpeó una roca en el valle de Sogamoso. La roca se partió en dos, y por allí salió el agua que inundaba la tierra. Así se formó el cañón del Chicamocha, que significa "río de la luna" en lengua chibcha.

Bochica luego buscó a Chía, y la castigó por su maldad. La tomó por los cabellos, y la lanzó al cielo. Allí la convirtió en la luna, para que iluminara las noches de los chibchas, pero también para que sufriera por su soledad y su lejanía de Bochica. Desde entonces, Chía llora cada noche, y sus lágrimas son las estrellas que vemos brillar.

Bochica regresó con los chibchas, y les prometió que nunca más los abandonaría. Les ayudó a reconstruir sus poblados, y les enseñó nuevas técnicas para el cultivo, la minería y el comercio. También les dio un nuevo calendario basado en los ciclos de la luna, para que recordaran siempre el castigo de Chía y el amor de Bochica.