☕️ capitulo 4 El encuentro
Los astronautas tardaron seis meses en llegar a la fuente de la señal, atravesando una zona del espacio llena de polvo, gas y asteroides. Durante ese tiempo, la señal se hizo más fuerte y más clara, pero también más extraña y más incomprensible. HAL intentó analizarla y descifrarla, pero sin éxito. Parecía ser un código complejo y sofisticado, que no se parecía a ningún lenguaje humano o artificial conocido.
Los astronautas estaban cada vez más nerviosos y ansiosos por saber qué o quién estaba detrás de la señal. Se imaginaban todo tipo de escenarios posibles, desde los más maravillosos hasta los más terribles. Se prepararon para cualquier eventualidad, revisando sus equipos, sus armas y sus protocolos. Se prometieron que actuarían con prudencia y cautela, pero también con valentía y respeto.
Finalmente, llegó el día en que HAL anunció que habían llegado al destino. Los astronautas se pusieron sus trajes espaciales y se dirigieron al módulo de observación, donde había una gran ventana que les permitía ver el exterior. Lo que vieron les dejó sin aliento.
Delante de ellos había una nave espacial enorme y extraña, que flotaba en la oscuridad. Era una estructura metálica de forma irregular, con múltiples protuberancias, antenas y esferas. Tenía un aspecto antiguo y deteriorado, como si hubiera sufrido el paso del tiempo y los daños del espacio. No emitía ninguna luz ni ningún sonido, salvo la señal de radiofrecuencia que los había guiado hasta allí.
- ¿Qué es eso? -preguntó Petrova, la piloto.
- Es una nave espacial alienígena -respondió Leroy, el biólogo.
- ¿Estás seguro? -preguntó García, el ingeniero.
- No hay duda, ingeniero. Es una obra de ingeniería y de arte que no tiene nada que ver con la nuestra. Es algo completamente diferente y único -respondió Leroy.
- ¿Y dónde están los alienígenas? -preguntó Lee, la médico.
- No lo sé, médico. Tal vez estén dentro de la nave, o tal vez se hayan ido o muerto hace mucho tiempo -respondió Leroy.
- ¿Qué hacemos ahora, comandante? -preguntó Silva, la psicóloga.
- Vamos a explorar la nave, psicóloga. Es nuestra oportunidad de aprender algo sobre otra civilización y sobre nosotros mismos -respondió Jones, el comandante.
Los astronautas asintieron con la cabeza, de acuerdo con la decisión del comandante. Decidieron acercarse a la nave espacial alienígena con cuidado y respeto, usando su propulsor personal para moverse en el espacio. HAL se quedó en la nave espacial "El último viaje", monitorizando la situación y manteniendo el contacto con los astronautas.
Los astronautas se acercaron a la nave espacial alienígena y buscaron una entrada o una escotilla. Después de unos minutos, encontraron una abertura circular que parecía ser una puerta. La puerta estaba cerrada, pero tenía un panel con varios símbolos luminosos. Los astronautas supusieron que era un sistema de seguridad o de identificación.
- ¿Qué hacemos? -preguntó Petrova.
- Intentemos abrir la puerta -respondió Jones.
- ¿Cómo? -preguntó García.
- Probemos con los símbolos -respondió Jones.
Jones se acercó al panel y tocó uno de los símbolos al azar. El símbolo se iluminó y emitió un sonido agudo. Luego, todos los demás símbolos se apagaron y la puerta se abrió lentamente.
- ¡Lo hemos logrado! -exclamó Jones.
- ¿O nos han dejado entrar? -preguntó Silva.
Los astronautas se miraron entre ellos, sin saber si alegrarse o preocuparse. Luego, decidieron entrar en la nave espacial alienígena, con curiosidad y precaución. Lo que encontraron dentro les sorprendió y les aterró.
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