☕️ capitulo 11 El conflicto

Los astronautas se vieron involucrados en una guerra entre dos facciones de los habitantes de Gaia, que resultaron no ser tan pacíficos y armoniosos como parecían. Resultó que los gaios que habían conocido eran solo una parte de la población, que vivía en el lago y que seguía una filosofía de vida basada en el respeto y la cooperación. Pero había otra parte de la población, que vivía en las montañas y que seguía una filosofía de vida basada en el poder y la competencia. Eran los gairos, como se llamaban a sí mismos, y eran muy diferentes a los gaios.

Los gairos eran seres de forma cuadrada y de color rojizo, que tenían cuatro brazos, dos ojos y una boca. Eran seres inteligentes y agresivos, que se comunicaban por medio de gritos y de señales. Habían evolucionado a partir de una especie de reptil primitivo, que había desarrollado una inteligencia superior gracias a una mutación genética. Habían creado una civilización violenta y tiránica, basada en la guerra y en la conquista.

Los gairos habían descubierto la existencia de los gaios hace mucho tiempo, y habían decidido exterminarlos o someterlos. Habían iniciado una guerra cruel y despiadada, usando sus armas y sus vehículos. Habían atacado el lago y la ciudad submarina, causando muerte y destrucción. Habían capturado a muchos gaios y los habían esclavizado o torturado.

Los gaios habían resistido como habían podido, usando sus conocimientos y sus recursos. Habían defendido el lago y la ciudad submarina, causando bajas y daños. Habían liberado a algunos gaios y los habían curado o protegido.

Los astronautas habían llegado al planeta en medio de la guerra, sin saberlo ni quererlo. Habían sido recibidos por los gaios como amigos y aliados, pero habían sido vistos por los gairos como enemigos e intrusos. Habían sido atacados por los gairos cuando se acercaron a las montañas, pero habían sido salvados por los gaios cuando se refugiaron en el lago.

Los astronautas se sintieron confundidos y angustiados, sin saber qué hacer ni qué pensar. Se dieron cuenta de que el planeta no era un paraíso sino un infierno, y que los habitantes no eran amigos sino enemigos. Se preguntaron por qué había tanta violencia y odio entre dos especies tan parecidas y tan diferentes. Se preguntaron si debían intervenir o abstenerse, eligiendo entre la paz o la guerra.

Lo que no sabían era que Gaia no era lo que esperaban, y que había secretos ocultos en su superficie que podrían cambiar el destino de la humanidad.